Para lograr axilas más claras, se recomienda establecer una rutina sencilla pero constante, que combine exfoliación, hidratación y protección solar.
Exfoliación semanal: cómo y por qué hacerla
Una exfoliación suave una o dos veces por semana ayuda a eliminar células muertas, residuos de desodorantes y otras impurezas que pueden contribuir al oscurecimiento. Es importante utilizar exfoliantes adecuados para piel sensible y acompañarlos de una hidratación posterior.
Hidratación y protección solar en la zona
Mantener la piel hidratada reduce la irritación y mejora la elasticidad. Además, aplicar protector solar en las axilas, especialmente si estarán expuestas al sol, es fundamental para prevenir el oscurecimiento por radiación UV.
Evita errores comunes que empeoran el oscurecimiento
Entre los errores más frecuentes están el uso excesivo de rastrillos sin lubricación previa, la aplicación de productos irritantes, y la fricción constante con prendas ajustadas. Corregir estos hábitos es clave para un cuidado eficaz.